martes, 24 de enero de 2012

DI BUENAS NOCHES NO ADIOS


CAPITULO 1

“Nunca digas adios, si todavía quieres tratar, nunca te des por vencido, si todavia quieres seguir luchando, nunca le digas a una persona que no la amas, si no la puedes dejar ir”

***No puedo dejar de pensar en ella, en su sonrisa, en su increíble luz, en esa encantadora sonrisa infantil, que hacia que olvidara cualquier enojo o mal dia…Asi es como la recuerdo, asi es como mi memoria y mi corazon la tienen presente***(Edward era un hombre de 27 años, muy guapo y se veia muy joven, era despreocupado, a comparación de años atrás, antes de conocer a la mujer que le cambio la vida)

Edward o Eddie como le decian sus amigos, le gustaba pasear en el parque sobretodo cuando eran dias de lluvia, hoy habia decidido hacer una visita especial, como cada semana, a la misma hora, desde hacia varios años, Edward se acerca a un stand donde vendian flores, dio las buenas tardes con una sonrisa encantadora

- buenas tardes, en que le puedo ayudar??? - dijo la vendedora con una sonrisa

- me podria dar esas rosas - contesto Edward señalando un ramo inmenso de rosas blancas

- son quince dólares

- no importa…demelas - Edward saco su billetera y busco el dinero

- ok, la persona que reciba estas rosas debe ser muy especial - concedio ella mientras le entregaba el ramo

- no tiene una idea- contesto con cortesia mientras olia las rosas- muchas gracias!!! - camino un rato y se sento en una banca del parque debajo de un arbol grande que daba mucha sombra, mira las rosas y sonrie-…ayy princesa…

Esta historia empieza años atrás, son muchos, aunque no me gusta verlo asi, son los mejores recuerdos de mi vida, yo era un hombre muy serio, es mas debia serlo por mi trabajo, gerenciaba la empresa de mi padre, siempre andaba de arriba para abajo y no tenia tiempo de enamorarme, ni siquiera para eso, que tristeza!!!, pero eso iba a cambiar muy pronto, debido a los acontecimientos que se suscitarian en los dias siguientes…

Ese dia salía de la oficina, casi corriendo llevaba muchisima prisa, a pesar de que era temprano, el insistente timbre del celular no me dejaba en paz, ni siquiera alcance a desayunar: ya estoy saliendo para alla - con el celular-, si…yo se…aja…por lo menos dame unos quince minutos, caray!!! - subi al coche y arranque lo mas rapido que podia para llegar a mi cita-

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***Bella!!!…ven aca!!!***

Bella sale corriendo de la casa, con su mochila con botones y calcomanias y con una sonrisa traviesa: voy a llegar tarde, bye - ella siempre habia ido a la escuela en coche, asi que no tenia la menor idea de cómo iba a llegar, al cruzar la esquina vio a un chico en una bicicleta- oye niño!! - le pone la mano y lo detiene - me puedes prestar tu bicicleta para llegar a tiempo a la escuela??

El joven la mira de arribabajo

- obvio no, que estas loca o que???

Bella angustiada mira para atrás

- Dale!!!…bueno…vendemela - abre su mochila y saca la billetera- te doy por ella cincuenta dolares, va??

- se ve que tienes mas…dame 200 - dijo él mirandola con picardia

- por esa bicicleta, estas loco!!!

- ps entonces, ni modo - el chico intenta irse, agarra la bicicleta y se dispone a manejarla

- ok..aquí tienes - le da el dinero y él le entrega la bicicleta- bueno…ahora como es esto - pregunta ella inspeccionandola

- jajajaja..te estas burlando de mi??. Me la compras y no sabes como usarla, te quieres matar??

- me vas a decir como es o no

El muchacho le explica, ella lo intenta un par de veces y se va tabaleandose por la calle, simplemente para ella era imposible manejarla, pero oir autos cerca le aceleraba el corazon y ponia su adrenalina al maximo, estaba demasiado concentrada en el asunto, no podia pensar en conducirla y fijarse por donde iba, era demasiado torpe y ahora tenia ruedas.
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El semaforo no habia cambiado estaba en el siga, pero unos papeles se cayeron y desacelere para recogerlos sin darme cuenta que el semaforo cambio, cuando levante la mirada alcance a frenar y solo escuche un grito, me baje del auto dejando todo tirado, fui hasta al frente de este, y vi a una niña de unos dieciséis años mas o menos, con un uniforme de escuela catolica, falda de cuadros azul, blusa blanca de mangas larga, una chaqueta negra y unas converse, eso me sorprendió de verdad, esta tirada en el suelo y sollozaba angustiada,no podia ver su rostro porque estaba con la cabeza agachada, me acerque a ella.

- estas bien??, le dije y ella subio la mirada, y vi tremendos ojos verdes, los mas hermosos que habia visto jamas.

- si…no paso nada, me ayudas - sonrio como si nada y me tendio la mano para que la ayudara a levantar, lo mas raro es que ella seguia sonriendo como si nada.

- serio, no te paso nada?? - estaba preocupado lo ultimo que queria era una demanda legal por tratar de matar a una niña.

- solo fue un rasguño, nada mas - se inspeccionaba, estaba raspada y con algunos rasguños en los brazos - pero tu - su sonrisa se hizo mas amplia y sus ojos brillaron - estas muy palido, estas bien??

- me asuste mucho, casi te mato y de paso me muero yo

- jajaja, no es para tanto, soy medio torpe, a parte no se manejar esta cosa - miro la bicicleta que estaba toda doblada - lo unico malo es que ya se me hizo tarde para llegar a mi escuela, tu me destruiste mi bici, tras de que me costo mucho dinero, esta vuelta chatarra - su labio mostro un puchero, era increible, estaba magullada y adolorida, estuvo a punto de morir y lo unico que le importaba era que iba llegar tarde a clases.

Su rostro movio en mi cosas y me dio mucha ternura verla en ese estado, de igual manera era mi culpa lo que habia sucedido, asi que debia asumir la responsabilidad como un hombre grande que era, ja! que ironia a lo sumo le llevaba unos años pero me sentia como si fueran decadas.

- yo te llevo a tu escuela y te pago la bici, te parece?? - ofreciendole una sonrisa alentadora

- este…ps…no se…se supone que uno no debe hablar con extraños y mucho menos irse con uno - su miraba mostraba cierto recelo y algo de temor

Me dio risa ver su inocencia, era un poco grande para que saliera con esas cosas, no conocia a muchas niñas de esa edad pero me imagine que en estos tiempos no pensaban asi, con tantas cosas que se ven en la television, toparse con personas como ella, ya era una sorpresa.

- entonces…hagamos algo- tendi mi mano para presentarme - soy Edward Cullen y tu??

- Isabella Swan…pero me dicen Bella...y a ti como te dicen? - me paso su mano inmediatamente mordiendo su labio inferior

- Edward…asi me llamo

- o sea, eso lo se, pero igual te pueden decir otra cosa, no se Edd…o algo - al parecer era divertido para ella tratar de adivinarlo, cosa que para mi no.

- No, solo Edward - mi voz era seca y fria

- ya se!!!, te voy a decir Eddie…te gusta?? - su mirada brillaba llena de emocion

- ok…Bella …ya mejor vayamonos, de veras voy retrasado- ya habia perdido mucho tiempo y esto me estaba retrasando, ademas sus juegos de adivinar un apodo para mi nuevo amigo no era algo que me pareciera interesante.

Bella subio al coche de inmediato, me indico como llegar, estudiaba en una escuela Catolica, a unos 20 minutos de ahí, mientras ella echaba bromas sobre su estado lamentable yo no la voltee a ver ni siquiera, pensaba en las miles de cosas que tenia que hacer ese dia, todo estaba agendado menos aquel incidente y era un retraso imperdonable.

- porque eres tan serio??..cuantos años tienes???

- 23 y tu cuantos tienes, 12?? - conteste tajante y con algo de sarcasmo

- obvio no!! Tengo 16, dentro de poco cumplo 17...bueno faltan 6 meses, antes de verano, a mi no me gusta mucho el verano, hace demasiado calor, sabes que si me gusta, la lluvia, es delicioso sentir como te caen las gotas en la cara - cerro sus ojos y se transporto - me encanta!!, a ti no??

- que bueno niña!!!..oye siempre hablas tanto??

- solo cuando estoy nerviosa… - movia su pierna y se agarraba el cabello

- crees que te voy a hacer algo??

- no, es que me van a regañar por llegar tarde y le van a hablar a mis papás - su mirada verde jade me traspasaba, podia ver su inocencia en aquellos ojos.

- te regañaran??

Ella encogio los hombros como niña pequeña. El resto del camino estuvo callada con la mirada fija en la ventana, de pronto grito para que me detuviera, habiamos llegado, de hecho el camino no se habia hecho nada largo y su compañía era bastante relajante, al bajarse me reclamo de nuevo la bicicleta, sonrio y salio disparada dentro del enorme, ya sabia como y donde ubicarla asi que tal vez podria pagarle su transporte, aunque mirando el lugar donde estudiaba no creo que lo necesitara, de todas maneras el pensamiento me acompaño todo el camino hasta la oficina.

En un momento cuando se alejo de mi, era como si ella supiera que estaba muy ocupado para fijarme en cosas sin importancia como pagarle una bici a una niña…pero que equivocada estaba…

Me di cuenta que iba tarde y volvi a mi carrera, a mi vida, antes de aquel encuentro…

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